Pablo es un adolescente que va con su familia a pasar el verano a Torrevieja, pueblo costero de la provincia de Alicante. A través de este personaje ficticio, el autor rememora algunos de sus recuerdos estivales: las salidas nocturnas con los amigos, los bares, las discotecas, los cines de verano Las primeras borracheras, los primeros porros También los paseos en bici, los trabajos de verano La historia se sitúa en el verano de 1986, año de inicio de los sucesivos y brutales booms inmobiliarios, que acabaron con la esencia de muchos de estos pequeños pueblos de la costa española. En el cómic se muestra cómo eran aquellos lugares de playa antes del ladrillo y la masificación.
Llevado por sus propios recuerdos, el autor de esta novela gráfica da un salto en el tiempo y nos sitúa a principios de los años 80 en una plaza (La Bacalá) de una pequeña ciudad (Villacil). Nos habla de los kioscos y los cines de la época: peta- zetas, chicles bazoka; sesiones dobles, películas de karate... Pero, ante todo, la obra trata sobre los personajes que daban vida a aquella plaza de La Bacalá: el kiosquero, el dueño del garaje de motos, los trabajadores del cine, el místico, el trastornado... Sobre esa gente sencilla, pero a la vez extravagante, que podíamos encontrar en las plazas de cualquier pueblo o ciudad.